“No hay nada más lindo que todo lo que todavía nos está por pasar”

 Sobre Pasabobos de Mariano Blatt

por Facundo R. Soto

 

Recibir un nuevo libro de Mariano Blatt genera alegría. En la plenitud de su escritura, es mucho lo que tiene para dar, y enorme su generosidad. Sus textos no defraudan: cumplen y superan las expectativas; la poesía que nos regala es fresca, clara, transparente. Toparse con ella es ir a un encuentro inolvidable. Purifica. Los chicos que se mueven en sus poemas terminan conociéndonos, y mientras avanza la lectura también son nuestros amigos. La simpleza con la que MB ve las cosas, la forma en que crea sus poemas y la lectura que hacemos de ellos es lo que nos abre un mundo concreto, accesible, tan vívido como real. Afortunadamente, está lejos de escribir de forma pretenciosa, compleja y metafísica. MB tiene algo para decir y sabe hacerlo. El placer de su lectura nos hace volver a sus poemas una y otra vez, y los sentidos se abren, se multiplican.

MB adora y contempla la vitalidad, la energía, la belleza de los chicos, del campo. Celebra estar vivo. Y también habla de la muerte, pero como parte de la vida. Ese título que no llegamos a descifrar (“Pasabobos”) tal vez no fue escrito para nosotros, aunque tiene que ver con el pasamanos que hay en las estaciones de trenes para evitar “entrar en la muerte”, o para entrar en ella, si uno lo desea. Cuando MB dice: “Me pongo a caminar por la muerte” puede parecer, para alguien que nunca lo leyó, que su poesía se desarrolla en un terreno dark, cuando en realidad es como caminar sobre el pasto. Sus poemas nos dan la posibilidad de intercambiar energía con sus amigos-textos, que están llenos de luz, colores, encuentros. Con solo leer los títulos sabemos que nos mostrarán algo desconocido.

Sus imágenes son perfectas y simples y hablan de “los raspones que tiene en la pierna”, de los “banquitos re lindos para sentarse a pensar”, de personas “con brillo en los dientes”, y de “recuerdos de electricidad”. MB compone sus textos como loops electrónicos, con gran lucidez creativa.

¿Por qué son lindos, hermosos, los poemas de MB? ¿Por qué los contemplamos, saboreamos, leemos y releemos sin cansarnos? Quizás porque sus textos juegan con un intercambio de roles: una persona que conoce a otra para intercambiarse cosas, zapatillas, shorcitos, pensamientos, miradas. Personas que dejan de ser los que eran para ser otros. Sus palabras son acciones.

Otro mérito de MB es que está a años luz de empalagar, y sin embargo su obra está llena de amor. Lo bordea con sus palabras y copulan. De ahí esa multitud de sentidos que nos deja una confortable sensación. El mate, el porro, el solcito, la moto, el pan son algunas de las cosas de su universo, que también es parte de nuestro mundo y por eso las sentimos cercanas. En esas cosas sencillas está el núcleo de la vida, y de tan cotidianas, generalmente no les prestamos atención. La creatividad y la simpleza están en un primer plano, y se puede ver en detalle de qué material están construidos sus poemas, como haciendo zoom sobre sus palabras.

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Pasabobos

Mariano Blatt

Cartonerita solar

2010