por Adriana Badagnani
La literatura argentina se caracteriza por la proliferación de una gran cantidad de escritores jóvenes muy buenos. Dentro de este cuadro se puede señalar una particularidad: si bien hay muchas poetizas y cuentistas, es escaso el número de novelas editadas por mujeres jóvenes. Relevamos este dato sin introducirnos en la compleja polémica de ribetes sexistas sobre si las mujeres escriben pocas novelas o se editan pocas novelas de mujeres.