por Walter Lezcano
La cuestión es cómo narrás las historias de una ciudad de provincia en una noche de lluvia imparable. La forma, a veces, o casi siempre, es todo, ¿no? Bueno, la manera que encontró Ricardo Romero de entrarle a ese desafío es la del relato coral. Y, si bien esa elección de contar en una novela todas las historias a la vez puede sonar un tanto desmesurada, vale la pena ver qué sucede cuando alguien muestra un poco de ambición.